En LABRE (nuestra URE carioca), se llevaron las manos a la cabeza ante la propuesta "CP65" que les hizo llegar ANATEL (la Agencia estatal equivalente a nuestra SETSI), que propone, entre otros temas, la exención del examen para todas las clases y su sustitución por el acceso gratuito a la clase C, (sin tasas ni examen), así como el acceso a las clases B y A previa presentación del Certificado de Curso Técnico y Graduación en Telecomunicaciones, respectivamente, o estancia mínima de 3 años en cada clase.
Además, la propuesta mencionada sugiere poner fin a las reglas para los indicativos estatales (solo quedaría el prefijo por clase) y dejarán de otorgarse indicativos especiales.
Para LABRE (Liga de Amadores Brasileiros de Radio Emissão), la proposición, además de ir en contra del consenso en la regulación internacional relacionada con el Servicio de Radioaficionados, es absolutamente contraria al pensamiento de la Liga sobre los requisitos mínimos para ser un Radioaficionado, dado que de salir adelante esta propuesta, y al no regularse el acceso por medio de un examen de capacidad, la Radioafición en Brasil quedaría gravemente mermada.
Automáticamente LABRE solicitó una reunión con ANATEL para aclarar el asunto por medio de una extensa carta en la que enumera todos los aspectos negativos que presenta el panorama planteado, que en la práctica eliminaría de un plumazo la meritocracia que la propia Radioafición fomenta y representa.
Hace unas horas LABRE ha publicado una respuesta de ANATEL, en la que se aprecia un frenazo en seco de la Agencia estatal expresado en los siguientes términos:
"Cualquier alternativa que haya sido expuesta por esta Agencia en el documento de concesión de la subvención es, en este momento, solo un ejemplo y no representa la elección del camino a seguir".
“Con respecto a los aspectos relativos al mérito presentados en su carta, estos serán analizados y considerados por el equipo técnico de esta Agencia en la finalización del informe del Análisis de Impacto Normativo y la respectiva propuesta regulatoria, si la hubiere”.
En mi opinión esto obedece al escaso beneficio y el mayor o menor gasto y esfuerzo que supone para el estado (en general, también en nuestro país), el hecho de mantener un servicio con un sistema de pruebas y otorgamientos y la administración de aspectos como licencias e indicativos especiales para tan pequeña parte de la población.
Nuestro Reglamento de 2013, vino a facilitar mucho la vida tanto a la administración como al propio Radioaficionado, pero bajó el listón de acceso a niveles mínimos, lo cual en sí mismo no es malo (sería peor abrir completamente la mano y eliminar las pruebas de acceso), siempre que quienes reconocemos el mérito y esfuerzo que supone seguir unas normas y un sistema establecido internacionalmente para los Aficionados, nos preocupemos de enseñar lo poco o mucho que sabemos al recién llegado, aportando experiencia y excelencia a la hora de transmitir en las bandas internacionales del Servicio de Aficionados. (a pesar de ser tildados de forma peyorativa como "policías")
En lo tocante a las pruebas creo que la solución más práctica y beneficiosa tanto para la Administración como para el propio colectivo, sería que la SETSI (refiriéndonos a España), delegara las pruebas a las Asociaciones legamente establecidas, con las necesarias medidas que aseguren que preparadores y examinadores cuenten con antigüedad y méritos suficientes y reconocidos, y cumplan rigurosamente con una "hoja de ruta", un protocolo establecido y aceptado por las partes, que asegure que el examinado reúne los conocimientos mínimos requeridos para obtener su indicativo de Aficionado.
Seguiremos esperando a ver qué sucede en Brasil, con la esperanza de que la Radioafición brasileña no se deteriore.
Fuente:
«Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa»
-Demócrito (460 AC)-
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Miguel Ángel "MrDJ"
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