El próximo día 30 de enero se celebra el Día Internacional de la Paz y, con tal motivo, la Vocalía de Promoción de la Radio en las Escuelas tiene como objetivo que ese día haya el máximo de estaciones de radio en centros escolares. En la próxima revista de enero va a salir publicado un artículo al respecto, elaborado por un colaborador de la Vocalía, que por su interés reproducimos a continuación.
La radioafición necesita de todos
Creo que no revelaría ningún secreto a nadie si contara que la radioafición es una afición peculiar, desconocida y sobre todo, minoritaria, al menos en los tiempos que nos toca vivir. Somos una comunidad que pone un verdadero empeño y pasión en aquello que nos gusta. Provocamos arqueos de cejas allá por donde vamos, contando que hablamos con países lejanos usando una radio, explicando cómo montamos antenas con cañas de pescar y hablando con un chico de Japón al que respondemos “73”. Nuestros interlocutores, ajenos a este hobby, muchas veces se sorprenden de que en pleno año 2012 sigamos usando nuestras radios y manipuladores de CW, casi pensando si no somos unos locos luditas enamorados de los hertzios que nos complicamos la vida por no querer usar Internet y las nuevas tecnologías.
Me atrevo a decir que en la inmensa mayoría de casos (por no decir en todos), esas miradas curiosas -y tal vez incrédulas- no son sino fruto del desconocimiento de una afición extremadamente variada y compleja. Muchos profanos nos conocen por historias de algún familiar radioaficionado o pinceladas de alguna película en la que se mencione el tema remotamente.
Aunque se estén haciendo recientemente esfuerzos en la materia, no es suficiente. Tenemos una obvia tasa de decrecimiento. Ignorarla solo es un parche temporal en forma de engaño que no dará ningún fruto en el futuro. Tenemos que ser muy críticos con nosotros mismos, pero sin caer en el pesadumbrismo.
Hay ciertas cuestiones a las que nuestra comunidad no puede ser ajena. Una de ellas es que los números no engañan. Revisemos el número de radioaficionados que aún no ha cumplido la treintena. He de confesar que me encuentro entre ellos. Es meramente anecdótico. Casi hasta sorprende encontrarse con un radioaficionado que aún no esté en edad de sacarse el carnet de conducir.
Para ser justos, competimos en un “mercado” saturado por la oferta: Móviles, Internet, Facebook, WhatsApp. La capacidad de atención de los chavales de 15 años está saturada por numerosos canales de comunicación. Algunos me diréis que nuestra misión no es competir contra ello, y os daré la razón. Pero no podemos ser desconocedores de la realidad en la que viven, quizás, posibles futuras generaciones de radioaficionados.
Desde la Vocalía de Promoción de la Radio en las Escuelas hemos comprobado que, cuando se les muestra a nuestros chavales las vertientes más llamativas y vistosas de nuestra afición, demuestran una gran curiosidad e interés por algo totalmente desconocido -hasta ahora- para ellos. También es cierto que a muchos de ellos no les resulta especialmente interesante, pero al menos, muchos otros dejarán de asociar la imagen del radioaficionado a aquel individuo con un walkie-talkie vociferando roger-roger por el micrófono, y entonces surgen preguntas tipo: ¿Cómo puedo ser radioaficionado? ¿Con quién puedo hablar? ¿Esto, cuánto llega de lejos?
No es una cuestión de pontificar nuestra afición en las jóvenes mentes escolares, porque esa no es nuestra misión. Debemos despejar el camino oscuro y lleno de maleza para todo aquel que quiera descubrirlo, y dejar que esas cabecitas (que son como esponjas) decidan si esta le parece una afición lo suficientemente atractiva. Es entonces también cuando no debemos olvidarnos de ellos, porque nuestro trabajo entonces no habrá valido para nada.
Sin ir más lejos, con motivo del Día Internacional de la Paz el próximo 30 de enero, la Vocalía de Promoción de la Radio en las Escuelas ha tenido la idea de proponer una iniciativa para promover actividades en radio realizadas desde cualquier centro escolar de la geografía española.
El objetivo es hacer coincidir el mayor número posible de estaciones en centros escolares al aire, para que los más jóvenes puedan contactar entre ellos.
Todo aquel que esté interesado en acudir a un centro educativo, puede ponerse en contacto con la Vocalía de Promoción de la Radio en las Escuelas, bien a través del correo electrónico ec1dj@ure.es, o acudiendo al subforo correspondiente en la página de URE. De esta manera se facilitará cualquier recurso necesario para la actividad y se podrá tener una idea orientativa de todo aquel que quiera participar.
Así, desde ASORAPA (Asociación de Radioaficionados de Padrón) se solicitará un indicativo especial para la ocasión y se realizará un encuentro con los chavales del colegio Álvarez Limeses de Pontevedra, que podrán además comunicarse con los escolares de un colegio de Logroño con el que ASORAPA se está coordinando para realizar una actividad conjunta.
Desde la Vocalía de Promoción de la Radio en las Escuelas, animamos a la comunidad de radioaficionados para que colaboren en el descubrimiento de la radioafición entre los más jóvenes. Sin ellos, en un futuro no muy lejano, no quedará nadie con el que hacer QSO.
Borja Abad, EA1IET
