Por segundo año consecutivo me ha correspondido organizar el Día Europeo de las Estaciones Escolares, una cita que se desarrolló el pasado 5 de mayo con unos muy interesantes resultados, toda vez que conseguimos interesar en nuestro mundo de la radiodifusión a una veintena de centros escolares de toda España.
Participaron en este encuentro unos jóvenes a los que nos tenemos que “ganar para la causa” porque a ninguno se nos escapa que las modernas tecnologías, los juegos y demás accesorios asociados a los ordenadores, los teléfonos móviles y esa supuesta facilidad para la intercomunicación permanente (que cuesta una pasta, pero eso no se dice) han arrinconado la radioafición y, si no lo remediamos, pueden certificar a medio plazo su desaparición.
No es éste el espacio para hablar de este tema; todos somos conscientes de la importancia de nuestra afición, de su valor en momentos de crisis, de su valía para propiciar nuevas relaciones, para ampliar nuestro mundo sin más fronteras que nuestras ganas de contactar y compartir experiencias con las más diversas personas. Y por eso, entiendo, tiene un especial valor momentos como el Día Europeo de las Emisoras Escolares que abren este mundo -nuestro mundo- a los más jóvenes, sembrando una semilla que muchas veces acaba por fructificar.
Este año, entre otros, cabe destacar la participación en esta jornada tan especial del colegio Maristes Champagnat de Badalona o el ISE de Arán de Betren (Lleida), que se unían a otros centros “clásicos” como el de Pradera de la Aguilera en Villamuriel del Cerrato (Palencia), el CEIP San Valentín (Almería), el Altillo de Jerez de la Frontera (Cádiz) o CEP Virgen de la Antigua de La Haba (Badajoz). Son sólo algunos de los centros que año tras año participan en esta actividad y sin cuyo concurso nuestros esfuerzos no tendrían sentido.
También, como cada año, hemos recabado la opinión de los jóvenes participantes quienes han mostrado de manera casi unánime su satisfacción por una experiencia que, a muchos, les dejó con la miel en los labios. Y es que fueron muy numerosos, y así nos lo han contado, los que quisieron que esta jornada se prolongara durante más días, algo que vamos a intentar que se pueda realizar en años venideros. Y como en cada una de las celebraciones de este Día Europeo, abundaron las anécdotas y los momentos divertidos: por su valor pedagógico, me gustaría referirme a una en concreto. Una joven escolar del colegio palentino planteó una de esas preguntas “inconvenientes” bajo las reglas de la radioafición a un radioaficionado catalán. En concreto le preguntó qué opinaba él de que Cataluña se quisiera separar del resto de España. Pregunta peliaguda que, además, no responde a una realidad evidente y de la que el radioaficionado salió muy airoso recordándole nuestro código de la radioafición que nos impide hablar de política y religión a través de las ondas.
Poco más me queda por decir. Agradecer a todos los colegios que han participado en esta ilusionante aventura de promover nuestra afición su disponibilidad y las múltiples atenciones que han tenido con nosotros, a sus profesores su apoyo inquebrantable, a los entusiastas alumnos para los que la radioafición ha abierto un mundo de enormes posibilidades de intercomunicación su interés y, sobre todo, a los numerosos colaboradores, amigos todos, sin cuyo esfuerzo estos trabajos de promoción no tendrían ningún sentido, esa dedicación permanente que nos permite otear el futuro con esperanza. Y, como el año anterior, vuelvo a recordaros que os espero dentro de unos meses para intentar entre todos incrementar este trabajo de promoción y plantar las semillas de una nueva hornada de jóvenes radioaficionados que tomen en el futuro nuestro relevo.
EB2FAC, Juan Santos Gómez – Coordinador del Día de la Radio en las Escuelas